Pasadas las 20 comenzó el partido principal, donde luego de presentar ambos equipos, la pelota comenzó a girar. Antes habían sido parte del encuentro preliminar las Matadoras, equipo femenino de futbol de Talleres y los Gauchos, actores, con el que el “Cholo” salió sub campeón en Rusia. Ambos encuentros se disputaron en un clima que siempre tuvo presente a su protagonista principal, Pablo Horacio Guiñazu.
Un futbolista que le puso fin a su carrera, después de más de 20 años de carrera y de jugaron en equipos importantes de Latinoamérica y en la Selección Argentina. El costo que pago por dedicarse de lleno y en un alto nivel de profesionalismo, lo llevo a estar mucho tiempo separado de su familia. Situación que revirtió cuando comunico a todos que se retiraba de la actividad a principios de este año.
Quienes lo acompañaron en el equipo con el que jugó el primer tiempo tuvo jugadores de la categoría de Juan Pablo Sorin, Paulo Silas, los hermanos Diego y Gabriel Milito, Diego Forlan, entre otros. Que se enfrentaron al equipo de Talleres con jugadores históricos entre los que se destacaron Mario Cuenca, Diego Garay, Daniel Albornos, Rodrigo Astudillo acompañados por los más jóvenes que forman parte del actual plantel como lo son Andrés Cubas, Nahuel Bustos y los ex albiazules Bebelo Reynoso y Julio Buffarini. En el segundo tiempo para el equipo que dirigió Frank Darío Kudelka, el más ovacionado cuando fue nombrado por la voz del estadio, ingresaron Florencia Pianello y Yamila Cazon para formar parte del partido despedida que fue una verdadera fiesta.
El homenaje concluyo con los hijos tirando paredes con el eterno capitán, los fuegos artificiales, su familia y un telón que estuvo a la altura de la fiesta que el propio protagonista soñó e imagino para compartir con todos los que asistieron, que no fueron solo hinchas de Talleres.
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