Luego de caer ante Lanús, Belgrano volvía a Alberdi con la misión de sumar de a tres, seguir liderando la zona B de la Copa de la Liga, y soñar (por qué no) con entrar en puestos de Libertadores. Enfrente estaba Tigre, el equipo dirigido por Pusineri, quien necesitaba el triunfo para tomar aire en la lucha por la permanencia.
En la primera jugada del encuentro, Forclaz probó de afuera, y ante una floja respuesta de Losada, la pelota ingresó y se produjo la apertura del marcador en favor de la visita. Este sin dudas fue un golpe duro de asimilar para Belgrano, que con el resultado en desventaja, no generó peligro en el área rival. Passerini estuvo muy solo y prácticamente no recibía conexiones con el resto. Se podría decir que la única emoción de la etapa inicial fue el gol y no mucho más. Tigre, tranquilo por la victoria parcial, esperó agazapado esperando un contraataque, pero Belgrano no arriesgó y los minutos transcurrieron con mucho aplomo.
El complemento no cambiaría lo que se había proyectado antes. Si bien el local, ante la presión de su gente, quiso encontrar la igualdad, carecía de juego colectivo y todo quedaba en la nada.
Promediando la segunda etapa, Reintegro eludió a Losada y definió con el arco a su merced ampliando la ventaja. Para finalmente coronar la goleada con el tanto convertido por Zabala.
Párrafo aparte para el hincha celeste, quien no dejó de alentar y apoyar a su equipo aún con el resultado en contra. En conferencia de prensa, Farré manifestó que el equipo no estuvo en partido, y que en ningún momento tuvieron la posibilidad de revertir la situación.
A Belgrano le queda el último duelo en su casa, cuando reciba a Unión el domingo a las 19 horas, cerrará su participación en la zona B visitando a Racing, buscando clasificar en la copa, e ingresar a las competencias sudamericanas.
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