Belgrano con gol de Vegetti en el segundo tiempo empato 1 a 1 con el siempre difícil Atlanta, el partido se disputo en el estadio Leon Kolbowski, para el local había marcado Klusener después del regalo de Losada y a poco del final el capitán celeste estampo el 1 a 1. Buen punto para el ‘Celeste’ que mantiene la punta, ahora compartida.
Siempre es difícil jugar de visitante con equipos de Capital Federal, no porque sean grandes equipos, si por incomodos y más cuando las estadísticas no ayudan, el último partido que Belgrano le gano a Atlanta en su casa fue en el año 1991.
Este partido tenía un sabor especial, Belgrano llegaba como puntero e invicto y Atlanta necesitaba salir de perdedor, dos causas por demás importantes para ambos; el equipo de Farre a partir del sufrido partido que le ganó a Estudiantes de Buenos Aires, donde el funcionamiento no conformó al entrenador salvo los últimos 10’ del partido donde consumó el triunfo.
Para este partido Farre dispuso que su hombre más desequilibrante, Zapelli ocupara un lugar en el banco de suplentes dejándole el lugar a Miño mientras que Bordagaray le dejo su lugar a Ulises Sánchez; la salida del 10 era más bien un correctivo para que no se sintiera intocable.
El inicio del partido fue parejo y friccionado, Atlanta no tuvo ese ímpetu propio de los equipos locales, Belgrano esperaba que pasen esos minutos para aprovechar el espacio que le podía dejar el conjunto de Ervitti, nada de eso ocurría el partido por momentos era malo, el ‘Bohemio’ no sabía ser protagonista y Belgrano no encontraba los espacios, por momentos el partido era de ida y vuelta pero sin llegadas que inquietaran a los arqueros.
El partido era intenso pero sin llegadas, ninguno de los dos merecía la ventaja y pasando la mitad de la etapa apareció el ‘Error’ ese que convive permanentemente en el juego de un partido de futbol, a los 27’ ataque de Atlanta por derecha centro, parecía fácil para el arquero quien intenta atrapar el balón y cuando parecía que lo tenía asegurado lo pierde y cae justo en la cabeza de Klusener para abrir el marcador 1 a 0. Demasiado premio para el ‘Bohemio’.
Belgrano sintió el gol y se notó y a esto lo aprovechó Atlanta y a punto estuvo de estirar la ventaja, lo mejor que le pudo pasar a Belgrano es el silbato del árbitro para dar por finalizado el primer tiempo.
Para el inicio de la segunda etapa Farre movió el banco y metió a Comba, Zapelli y Bordagaray en lugar de Oliver, Rojas y Susvielles y como ocurrió en el partido anterior las soluciones vienen del banco para Belgrano.
A partir de la reanudación del juego fue otro equipo en dinámica actitud y técnica, pero hay un detalle muy importante para los futuros partidos que pasara por la decisión del técnico, la salida de Susvielles le permitió a Vegetti ser único referente de área, jugó mas cómodo, los ingresados por el costado abastecían al 9 y hacían mas importante su tarea.
El empate llego a los 28’ en una acción desde un saque lateral para Belgrano, inteligentemente lo realiza Comba y sorprende a toda la defensa dejándolo a Miño para que habilitara a Vegetti, un defensor no puede controlar y el goleador de zurda pone la pelota abajo al lado del caño de Rago, Gol de Belgrano 1 a 1, justicia en el marcador, estaba perdiendo el partido sin merecerlo.
El conjunto de Ervitti a través de Galeano, su mejor jugador y Cardozo, el ingresado Bisanz tuvieron su oportunidad a través de tiros de media distancia y algún tiro libre que hicieron redimir al gran arquero Losada de su error en el gol.
El ingreso de Bernardello por Miño sobre el final dejo en evidencia que al entrenador no le disgustaba el empate. Lo que finalmente fue.
El técnico Farre mucho tendrá que trabajar en esta corta semana – Belgrano juega el viernes contra San Martin de San Juan – deberá decidir si continua con la misma alineación o deberá darle la oportunidad a varios jugadores que vienen pidiendo un lugar en el equipo como es el caso de Comba y decidir sobre seguir jugando con dos delanteros de área.
Lo positivo del empate es que Belgrano todavía sigue siendo puntero y es muy difícil quebrarlo, el equipo da muestras de personalidad, algo fundamental para un equipo que quiere ser protagonista.
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