Debido al escándalo por el tiroteo de Jacob Blake los jugadores decidieron boicotear los partidos de este miércoles en protesta por la discriminación racial.
El clima social en los Estados Unidos está en ebullición, además de la tensión generada por ser un año electoral, con un presidente muy repudiado, y los problemas y divisiones que ha ocasionado la pandemia de Covid-19, se suma el crecimiento de los movimientos de protesta por la violencia policial y la discriminación racial.
En las últimas horas, los jugadores que debían disputar los próximos encuentros de playoffs han decidido boicotearlos como apoyo a las protestas.
Aunque el racismo ha sido un problema histórico en el país norteamericano, la bomba estalló a partir del 25 de mayo de este año, cuando George Floyd fue asesinado por la policía durante su arresto, luego de que un oficial se arrodillara sobre su cuello durante 9 minutos mientras Floyd repetía ‘I can’t breathe’ (no puedo respirar), lo que finalmente llevó a su muerte por asfixia. Otros tres policías observaron el hecho sin hacer ningún intento por detener a su compañero.
Este evento desató una ola de marchas y movilizaciones en contra de la violencia policíaca a lo largo y ancho de los Estados Unidos y en todo el mundo.
Ya cuando se empezaba a hablar de un retorno a la competencia en la liga de básquet más importante del mundo esta posibilidad se puso en duda por la oposición de algunos jugadores que consideraban que esto restaría visibilidad a movimientos como ‘Black Lives Matter’.
Aunque finalmente accedieron a jugar el resto de la temporada, el pasado 23 de agosto ocurrió un hecho que desató la ira en la comunidad afroamericana, Jacob Blake, de 29 años, recibió 8 disparos en la espalda por parte de la policía cuando se dirigía a su auto luego de intervenir en una pelea entre dos mujeres.
Si bien aún restan detalles por aclarar sobre el caso, está nueva muestra de brutalidad por los agentes de la ley llevó a muchos basquetbolistas a decidir boicotear los siguientes partidos de sus equipos.
Ahora mismo todo es una incógnita en la NBA y parece que no sólo los encuentros de este miércoles se verán suspendidos, sino también los de los próximos días, y algunos llegan a afirmar que incluso lo que resta de temporada corre peligro de no jugarse.
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