Por la 14° fecha de la Liga Profesional de Futbol, River en el Américo Vespucio Liberti derroto al rival de toda la vida por 2 a 1 con dos goles de Julián Álvarez mientras que Zambrano descontó en tiempo de descuento, Boca jugo desde los 15’ del primer tiempo con un hombre menos por la expulsión de Marcos Rojo.
Foto Ariel Cuellar
Con la vuelta del público a los estadios del futbol Argentino después de 585 días, River le regalo a su gente un triunfo trascendental en la pelea por único título que le falta a la ‘Era Gallardo’ ante su clásico rival.
Sea cual fuere la posición que ocupan ambos en la tabla, nunca un River Boca es un partido más y este no era la excepción, River con el objetivo de conquistar un título en el ámbito local, lo jugo como si fuera una final.
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El inicio se jugó con la intensidad propia de quien quiere imponer supremacía, de trámite parejo, trabado y con presión alta por parte de River, eso hasta los 15’ de iniciado el cotejo, momento en que Rapallini le saco la segunda amarilla a Marcos Rojo ante una falta a Palavecino y por ende debía irse a ver el partido desde una escalera.
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Nos retrotraigamos a 1’40’’ donde el zaguero boquense salió a cortar muy afuera del sector defensivo un avance de Brian Romero, Rojo le cruza el cuerpo e intenta no golpearlo con la piernas, pero la ‘viveza’ del delantero quien engancho su pierna derecha en la humanidad de Marcos, el árbitro compro, primera amarilla.
Quedar con un jugador menos a tan poco de haber iniciado el partido es muy complicado pero no determinante, el rival se resguardo en defensa y se resignó a la soledad de Pavón, este y otros factores, como el no tener un esquema que le permita contrarrestar la superioridad de River.
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Por momentos el partido parecía la continuación del enfrentamiento por Copa Argentina donde Boca no pateaba al arco y River haciendo el gasto, ademas fortalecido anímicamente por jugar con un hombre más, pugnaba por llegar a Rossi.
A los 25’ Palavecino roba una pelota en el medio toca para la ‘Araña’ Álvarez quien esquiva la marca de un defensor y a la salida de la maniobra saca un zapatazo de casi 30 metros, la pelota describe una parábola en el aire que sorprende al arquero xeneixe colándose a espaldas del 1 que nada pudo hacer. Explosión en el Monumental. River ganaba 1 a 0.
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Después del gol River controlo el partido y su dominio solo faltaba traducirse en la red, a los 43’ surte efecto la presión alta sobre los defensores rivales que tiran la pelota para que Rossi la tirara al área de Armani y su rechazo no hace más que habilitar a Casco que como volante habilita a Simón, desborde del juvenil centro rasante, entrada de Álvarez que con un toque muy sutil corrige la trayectoria de la pelota y 2 a 0. Algarabía en las tribunas.
En el segundo tiempo la cosas no cambiaron, River llevo su juego al campo de Boca, momentos en que pudo golear, el local era superior en lo técnico, táctico y físico.
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A los 68’quite en el medio y habilitación magistral de Enzo Pérez que deja solo a Carrascal frente a Rossi y el colombiano se la alcanzo al arquero, en otra jugada centro de Rollheiser un jugador que peina y Angileri solo remata de zurda y la pelota da en la base del palo. Dos oportunidades perdidas.
Para Boca el arco de Armani quedaba muy lejos, ingreso de Ponzio, se puso la cinta de capitán para jugar unos minutos del último clásico de su carrera, también entro Suarez que en los pocos minutos que jugo y de no ser por la equivocación del asistente tuvo dos oportunidades claras para sentenciar el resultado.
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Cuando se jugaba tiempo de descuento y tras un córner el peruano Zambrano cabeceo atajo Armani y la pelota tomo un efecto raro la manoteo el arquero pero la pelota había pasado la línea. Gol 1 a 2 y final del partido.
River fue dueño del partido los 93’ de juego con muchos puntos altos, gran partido de Rojas y Díaz, en el medio Enzo Pérez y Palavecino corrieron, quitaron y jugaron, al igual que el pibe Simón que tuvo una oportunidad inmejorable para convertir y la pelota dio en un defensor.
Gran trabajo de De la Cruz con velocidad rompía líneas, nunca lo pudieron controlar y adelante el mejor jugador de la cancha Julián Álvarez, partido consagratorio para el oriundo de Calchín, que pide a grito la camiseta 9 de la Selección Argentina.
En la semana que se cumplió otro aniversario del natalicio de Ángel Labruna, el goleador histórico en los clásicos con 17 goles, pareciera que todos se pusieron de acuerdo para rendirle un homenaje, donde Marcelo Gallardo utilizo como atuendo la corbata emblemática que supo utilizar don Angel y como si esto fuera poco, el jugador que más se le parece en su porte físico, encara hinchando el lomo desparramando defensores y definiendo, como lo hacía ‘El Feo’ imparable y autor de los dos goles. El 2 a 1 parece un score ajustado, futbolísticamente River goleo.
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