Volvió la «Scaloneta», el campeón de América, el equipo de la gente. La selección se impuso categóricamente ante una inofensiva Polonia y se repitió la victoria del mundial 1978.
El dominio argentino fue total, el conjunto europeo presentó un planteo táctico ultradefensivo para buscarlo a Robert Lewandowski pero esa posibilidad no tuvo lugar: fue excelente el rendimiento de Nicolás Otamendi en la zaga y a la hora de recuperar. Marcos Acuña estuvo cerca de abrir el marcador a los 28 minutos cuando sacó un bombazo que se fue apenas desviado. Wojciech Szczęsny se vistió de figura con númerosas atajadas, una de ellas en un mano mano frente a Julián Álvarez; su momento más destacado fue cuando le contuvo un polémico penal de VAR a Lionel Messi.
Tras el 0 a 0 en el entretiempo, los dirigidos por Lionel Scaloni golpearon de entrada: a los 53 segundos Alexis McCallister definió cruzado y rasante tras ser habilitado por Nicolás Molina en un desborde. Luego del primer gol, Polonia tuvo su única oportunidad de convertir: Kamil Glik cabeceó tras un tiro libre y la pelota se fue a centímetros del palo izquierdo de Emiliano Martínez. Argentina fue por más y fabricó un gol superlativo: 25 toques y definición al ángulo de Julián Álvarez para sentenciar la historia.
La hinchada argentina transformó al Stadium 974 en una auténtica caldera, no faltaron las camisetas de Instituto, Talleres y Belgrano en las tribunas. Con el 2 a 0, la albiceleste avanzó a octavos de final y enfrentará a Australia el sabádo 3 de diciembre a las 16. Por su parte, Polonia también clasificó. México le ganó 2 a 1 a Arabia Saudita y no le alcanzó.
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