Racing recibió a Independiente de Rivadavia, en el Estadio Miguel Sacho, por la fecha 24 de la Primera Nacional. La academia ganó 2-0 y corta una racha de 15 partidos sin ganar
Pozo, el entrenador de Racing, estaba por séptima vez a cargo del banco académico. El DT mendocino, no había podido ganar en sus primeros 6 encuentros. La academia volvía al Sancho a jugar una final, cuando se pelea en la zona baja de la tabla todas las semanas se disputa una final. El rival era Independiente de Rivadavia, los mendocinos se están disputando la punta de la zona B. Dos realidades y un objetivo, GANAR.
Un partido de este calibre necesitaba un árbitro acorde a las circunstancias, German Delfino, el árbitro internacional, fue el encargado de impartir justicia. Como siempre, el pueblo albiceleste fue protagonista, cantando y apoyando al equipo todo el partido. Le dieron color a la tarde gris cordobesa. Racing venía de perder y necesitaba sumar, pero no iba a ser tarea fácil, la lepra, está teniendo un gran nivel y mira con buenos ojos el ascenso.
La academia salió a buscar el gol desde temprano, apenas habían pasado 2 minutos cuando el conjunto cordobés tuvo su primera ocasión de gol. El primer tiempo, fue todo para Racing, pero el gol se hacía esperar el palo, el arquero, un despeje en la línea le ahogaban el tan deseado grito a los dirigidos por Pozo. Pero a los 40 minutos, una mano en el área, les dio más que un penal, la gente se volvía a esperanzar. Méndez, el mediocampista, fue el encargado de ejecutar y canjear la pena máxima por gol. El estadio se vino abajo y la academia se hacía gigante.
Una primera mitad atípica, la lepra no encontró los modos de llegar al arco de los locales y Racing jugó un partido fuera de contexto, se llevó puesto a su rival y dominó los primeros 45. Ya en el complemento, las cosas se emparejaban Independiente, se despertó, de a poco la lepra aparecía en el partido, buscando empatar el encuentro. Mattalía, el arquero racinguista, atajó varias pelotas claves para mantener el resultado y la pareja de zagueros centrales, lo acompañaron muy bien, disputando cada pelota como si fuese la última.
Los de Nueva Italia, aguantaban, las tribunas, gritaban a todo pulmón. La agonía parecía eterna y los minutos en el estadio pasaban más lento. Hasta que, sobre el final llegó un contraataque, Berrondo, delantero de Racing, tras un pelotazo y un grave error del arquero leproso, convierte el segundo de la tarde y liquida el partido. La maldición llegaba a su fin.
Racing de Nueva Italia, el de las rachas increíbles, lo volvía a hacer. Apenas unos meses atrás todo el mundo hablaba, de los 41 partidos invictos como local. Ahora el comentario era el de la racha negra, 15 fechas fueron en las que Racing, no ganó. Otra vez, la academia dio cátedra.
Con esta victoria Racing, suma 24 unidades en 24 partidos y respira. Sigue en la parte baja de la zona B, pero estos 3 puntos valen oro.
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